03 noviembre, 2014

Corongo tierra de Shajshas - Por Alex Valdez A.



Corongo es una tierra rodeada de un aura mística y matices misteriosos. Un pedacito de cielo enclavado en los andes de nuestro Perú. Sus características especiales la hacen muy rica y fecunda, sobre todo en el aspecto cultural y folclórico, pues la provincia posee una vasta gama de manifestaciones tradicionales que han ido surgiendo en diversas etapas de su devenir histórico tanto en música como en danza. Los “Danzas” o “Shajshas” forman parte de estas manifestaciones, siendo una danza de corte guerrero-ceremonial de la provincia de Corongo que se baila principalmente desarrollando movimientos de ataque y defensa entre los danzantes, quienes al son de la roncadora y el pinkullo que magistralmente ejecutan los chirocos, muestran escenas de una lucha en un ideal campo de batalla. Esta danza nos presenta a “guerreros de élite” dando a conocer de manera ritual y/o ceremonial la forma y la fiereza con la cual se enfrentaban al enemigo. También muestra como los guerreros después de una contienda bélica victoriosa festejaban ante el pueblo, dando a conocer los movimientos con los cuales habían derrotado al enemigo. Entre los vestigios folclóricos este es quizás el más importante de toda la provincia, aunque por razones inexplicables ha estado bajo la sombra de la desidia, la ignorancia y no se le ha valorado como realmente se merece. La danza de los Shajshas de Aco - Corongo es manifestación originaria de cultura en nuestra provincia y aún mantiene su esencia autóctona pues solo ha sufrido pequeñas variaciones a pesar del mestizaje que se dio durante la época del virreinato. Esta danza es importante porque muestra el recio carácter del pueblo coronguino y sus milenarias destrezas bélicas en los campos de batalla. Saca en manifiesto a los hombres de la provincia como producto de milenarias prácticas culturales; que a pesar de haber pasado muchos siglos, aún mantienen impoluta su esencia tradicional.




La danza de los Shajshas de Aco - Corongo saca a relucir la necesidad que tiene nuestra provincia de que se rescaten, preserven y promuevan sus tradiciones, englobadas en costumbres, fiestas patronales, fiestas tradicionales, músicas y danzas. Por ello, debe ser difundida respetando la originalidad de sus raíces más primigenias y sacando a relucir su estilo en sus diferentes formas, así como su vestuario y su música que los hacen tan únicos e incomparables en todo el país. Esta danza es originaria del distrito de Aco, donde se asentó el pueblo pre inca de los “Huallas”, hombres caracterizados por su carácter recio y por sus grandes acciones bélicas que demostraban en cada una de las batallas que libraban con las tribus vecinas. Los Huallas junto a los Tapcas, Coronguimarcas, Llaqllacanes, Churtayircas, Clarinircas, Cushcas, Namus (¿Callahuacas?), también grandes guerreros, formaron una férrea confederación llamada Korymarca o Curunmarca, siendo ese el momento cuando se da la primera difusión de los Shajshas a las demás tribus de la confederación, quienes paulatinamente la van a ir adoptando como parte de sus ritos y algunas manifestaciones tradicionales. Esta confederación tribal hizo alianza con los panatahuas que provenían de la zona del Marañón y Huánuco para enfrentarse a las huestes de Pachacútec y aunque fueron conquistados por este, tuvo que ser su sucesor Túpac Yupanqui quien los sujete definitivamente al Tahuantinsuyo, mediante un arreglo pacífico que dio origen a nuestras famosas pallas koriyungas. Esto nos da dos puntos muy claros: los panatahuas no son autóctonos de la provincia y las pallas son producto de la interacción de los incas en la zona, por lo tanto, los Shajshas siendo nativos de la zona y de una existencia preincaica son histórica y culturalmente más importantes que las manifestaciones antes mencionadas, lo que debe ser reconocido y difundido por todos los coronguinos. A la llegada de los españoles e 1532 y luego de haberse establecido su dominio en el Perú, la zona ocupada por los Koriyungas pasó a formar parte del curacazgo de “Conchucos” siendo encomienda y tributarios del mismísimo Francisco Pizarro.

La zona de Corongo pertenecía la parcialidad denominada “Carapuray” gobernada por el cacique “Pomacochachi” en cuya jurisdicción tenía veintiún pueblos o comunidades tribales, estos eran: Urcos, Vinchos, Guoioya, Sucochacha, Yantacón, Yllax, Rocas, Lalaguaci, Nisca, Gualla, Chaqui, Myca, Namos, Tapoca, Pacox, Cañique, Suntuy, Corongo, Alpacoto, Laqllacan, Alpas. El carácter bélico de estos pueblos también se manifestó contra los españoles al levantarse en armas, contra los abusos que se cometían; aunque fueron cruelmente reprimidos por el terrible Francisco de Chávez, conquistador y lugarteniente del gobernador del Perú. Mencionemos aquí que producto del triunfo en algunas batallas contra los invasores blancos y en clara mofa al conquistador español, durante una época, los Shajshas utilizaron caretas o máscaras que emulaban un rostro occidental, incluso en Aco hasta hoy acompaña a las comparsas una mojiganga que es la caracterización satírica de una mujer rubia u occidental en clara alusión a las hispanas. Hacia fines del siglo XVI cuando el poder español en América fue asumido por el virrey Francisco de Toledo, los españoles crearon las «reducciones de indios» (pueblos concentrados de indígenas) donde con fines de evangelización o plan de «extirpación de idolatrías» se congregó a las tribus en un ente urbano donde pudieran realizar la misión de adoctrinamiento religioso, pero también un lugar donde fácilmente se les pueda cobrar el tributo y un lugar donde obtener sin mucho esfuerzo mano de obra barata. Las cinco “reducciones” o “pueblos de indios” fundados por esta nueva política fueron: Tauca, Llapo, Corongo, Pallasca y Sicllabamba. Es en esta época cuando se elige la zona de Antahuella y se obvia a Huallapampa (tierra de los Huallas) donde se creó la primera iglesia coronguina y se entronó a San Pedro. Se desagua la zona pantanosa y funda la cuidad principal o “reducción” dándosele el nombre de “Villa de San Pedro de Corongo” por ser “Curunmarca” o “Coronguimarca” la tribu principal. Hasta estas zonas van a ser traídos para su catequización las demás tribus de la provincia. Huallas, Cushcas, Clarinircas, Churtayircas, Llakllacanes, Tapcas y demás son ubicadas en los diferentes barrios que conformarían la nueva ciudad. Es en este momento donde se produce la segunda mezcla de costumbres ya que cada una de las tribus que posee su propia tradición influye en las otras que poco apoco van copiando y mejorando algunos pasos, vestuario y demás manifestaciones tradicionales. En esta época es cuando se diversifica la danza en tres estilos muy característicos: Aco, Corongo y Colcabamba. Son estos estilos los que tenemos que preservar, respetando sus características y difundirlos evitando deformarlos con coreografías serias y estudiadas. En la época republicana los Shajshas de Aco - Corongo han pasado por diversas etapas siendo lo más importante la difusión que ha tenido en la provincia en los últimos 40 años y gracias al papel fundamental del Centro Folclórico Cultural “Champará” Corongo, poco a poco han ido ganándose un sitial en la provincia y fuera de ella. Ha ido apareciendo en las fiestas patronales de los distintos distritos, así tenemos a «San Pedro» en Corongo, «San Francisco de Asis» en Aco, «Apostol San Pablo» en Yupán, «La virgen de la Natividad» en Yánac, «La Virgen de la Merced» en Cusca, «San Francisco de Asís» en La Pampa y «La Santísima Virgen del Rosario» en Bambas. En la actualidad está revalorándose esta gran danza coronguina y nos causa alegría a ver a muchísimos niños bailando en las festividades, pues ellos son la garantía de que los Shajshas seguirán vigentes por muchas generaciones.

También es importante hacer conocer que con la finalidad de preservar su esencia, se están realizando las gestiones para buscar su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación, lo que implica una tarea totémica para los coronguinos y esto debido a que juntos debemos entablar campañas donde se implementen vestuarios que vayan de acuerdo al pasado histórico de la danza, respetando los modelos e iconografías de los trajes. También debemos implementar elencos que difundan adecuadamente los estilos de la danza con coreografías que se preocupen por mostrar coreografías más auténticas que espectaculares, sacando a relucir el carácter y la esencia de la danza. Por último es menester que junto a nuestras instituciones nos comprometamos a realizar charlas, simposios, conversatorios sobre esta danza para hacerla conocida como debe de ser entre los nuestros. En conclusión la danza de los Shajshas de Aco - Corongo, representa un legado cultural cuya vigencia permite resaltar la fuerza totémica de nuestra raza, la grandeza de nuestra historia, fortaleciendo en nuestros pueblos su identidad como base para forjar su progreso y desarrollo sostenible. Los Shajshas nos muestran vestigios primigenios de la cultura coronguina, lo cual demuestra su importancia como manifestación originaria de la provincia. Esta danza por su peculiaridad de vestuario, estilos, música y origen es única en el país, por lo cual es importante que todos los coronguinos breguemos juntos para que se la coloque en el sitial que se merece en la cultura de nuestro pueblo y al final todos celebraremos cuando nuestros Shajshas de Aco – Corongo sean entronados como Patrimonio Cultural de la Nación.

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